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Puntos de Interés

Escultura del escudo de Arrúbal realizada en piedra de calatorao.

Escultor: Don José Casamayor Sánchez. (www.artelista.com/autor/pepecasamayor)

La figura principal del escudo de armas recuerda la barca guiada por un cable que se usaba, todavía en tiempos recientes, para cruzar el río Ebro personas y carruajes entre Arrúbal y Medavia.

En el lugar de honor, en el jefe, se añaden las armas de los Ramírez de Arellano (las flores de lis), por haber ejercido la jurisdicción señorial en ese lugar desde 1366.

Se organizan así: de azur (azul), una barca de oro con su cable guía, sobre ondas de plata (blanco), el jefe partido de plata y de gules; tres flores de lis del uno en el otro. Se timbra con la corona real de España.

La bandera es rectangular: el tercio de asta dividido por mitad horizontalmente, roja la parte superior y blanca la inferior, el resto del paño es azul, con tres franjas ondeadas verticales de color blanco.

2011, Parque Gonzalo de Berceo. Bronce. Pieza única. 2m de altura.

Escultora: Diana García Roy (www.dianagarciaroy.com)

Un padre de 2m de altura, alza en sus brazos a su hijo pequeño mientras éste le corresponde con una sonrisa.

Es un canto a aquellos padres que saben serlo. Que gozan con sus hijos. Que saben estar, escucharlos, quererlos y confiar en ellos.

Un canto al padre cariñoso, que arropa, que transmite valores, comunicativo, que les sabe preparar para la vida.

El parque Gonzalo de Berceo de Arrúbal, es un proyecto de convertir este municipio en un pueblo conocido por su arte público.

Considerando la belleza del lugar y su entorno familiar, esta escultura se integra de forma natural. Al estar instalada a la altura de los paseantes, puede confundirse con una persona real. Siendo la mejor forma de hacer llegar el arte al público.

Situación: Polígono El Sequero, dentro de la glorieta entre la avenida del Ebro y la calle Río Cidacos.
 
Artista: Javier Sauras.
 
Material: Hierro fundido.
 
Dimensiones: Tres figuras de unos tres metros de altura y unas dos toneladas cada una que, junto al pedestal, alcanzan los seis metros.
 
 
 
 

La iglesia está construida de sillería y sillarejo bajo la advocación de El Salvador. Es de la primera mitad del siglo XVI, excepto la portada, el coro, la sacristía y las capillas laterales que datan del XVII.

La nave es de tres tramos cubierta con crucería de terceletes sobre arcos apuntados que se apoyan en pilastras. A ambos lados del primer tramo se abren capillas gemelas cubiertas con bóvedas de arista. La cabecera es ochavada de tres paños; en su lado norte está la sacristía, con bóveda vaída como cubierta.En el lado norte del último tramo, hay una capilla cubierta con bóveda cañón y, en el lado sur, se alza la torre con dos plantas octogonales y el remate de ladrillo, con varios arcos para campana cegados.A los pies, coro alto sobre lunetos . Al sur del segundo tramo, la portada con ingreso adintelado encuadrado entre columnas corintias y entablamento. En la parte superior, hornacina vacía y rematada con ojo de buey.En el presbiterio, retablo mayor de banco, con cuerpo de tres calles y ático.

Óscar Cenzano ha armado un motor universal y lo ha plantado en unas afueras serenas y horizontales de Arrúbal, pertenecientes al llano y cercanas al cielos, pero también fronteras con la carretera y con un polígono. Este doble vínculo, con la naturaleza y con la civilización, ya explica, de entrada, necesariamente, la entraña y la fábrica de Los cuatro elementos: arbóreo e industrial, geológico y arquitectónico, enraizado y construido.

Adopta en un mismo cuerpo algunas formas familiares y públicas del fuego, del agua, del viento y de la tierra. Está plantado como si se tratara de una antorcha, de la orilla de un río, de una veleta o de una roca. Los cuatro elementos es todo menos un 'monumento', pues lejos de sentirlo inmóvil y grave, y a pesar de su empaque de cemento, hierro, piedra y acero, funciona como una estructura ligera, transitable, dinámica, aérea. La ves, de cerca o de lejos, y la asocias con elementos reconocibles de una población: una puerta, un mirador, un campanario, una fuente, una plaza, un pararrayos, el árbol del parque. Es, por tanto, no sólo una construcción que cita a los elementos, sino que es en sí misma elemental y primordial.